13 de mayo de 2011

Crónica de la Quebrantahuesos por etapas de Aramon Bike (II)

SÁBADO 
El despertador sonó a las 8 en punto y en poco tiempo nos reunimos todos para desayunar en el comedor del hotel. Había que coger fuerzas y llenar los depósitos para la dura jornada. En el ambiente reinaba el optimismo ya que los rayos de sol que se dejaban entrever en Sabiñanigo echaban atrás los presagios meteorológicos más agoreros. “Culotte corto, maillot largo, manguitos…” eran las dudas que había que resolver ya que en un tiempo tan cambiante al atravesar los valles pirenaicos uno no se puede fiar.

Tras la foto de rigor en la sede de Aramon Bike y ‘fichar’ con los chips, salimos con ritmo alegre hacia Jaca, donde nos esperaba el primer escollo de la jornada, Somport, conocido también por tratarse del acceso a la estación de esquí de Candanchú. Llegando a Canfranc tuve la mala fortuna de sufrir un pinchazo que se encargaron de arreglar entre Ibon y Jon. Pero fue un buen momento para parar a abrigarse ya que a partir de ahí la lluvia nos acompañó durante toda la subida.




Cerquita de Canfranc las cuestas se empinaban y un poco más adelante cada uno adapto el ritmo a su nivel hasta que alcanzamos la cima, en donde nos hicimos una foto en la antigua frontera.





Tocó abrigarse para un vertiginoso y largo descenso en el que los valles franceses. El Parque Natural de los Pirineos se abría a ante nosotros aunque hubo que extremar la precaución porque el suelo aún estaba mojado pese a que el sol volvía a aparecer. Fue una gozaba poder disfrutar del paisaje montado en bicicleta. Además, la tranquilidad de hacer el descenso en solitario, y no con la aglomeración que
puede en otras épocas del año también nos permitió disfrutar de un paisaje espectacular.

Así, cerca del kilómetros 80 etapa nos encontramos las dos ‘trampitas’ de la jornada, el Col d`Ichére y el Col de Lie. Se suben de manera encadenada tirando hacia la izquierda poco después de pasar Bedous, ya que unen los valles de Aspe y Baretous . El primero de ellos tiene algo más de 5 kilómetros, con 3 consecutivos que rondan el 9,5%, mientras quela ascensión a Lie fueron 2,5 kilómetros a una media del 8%.







Tanto el ascenso y como el descenso transitan por una carretera pedregosa y zigzagueante sin apenas tráfico, en el que no es raro encontrarse ganado que transite la carretera.

En mi opinión, la inclusión de estos dos puertecitos son todo un acierto para complementar el recorrido de esta modalidad de la Quebrantahuesos.




 

Tras un rápido descenso y algo más de cien kilómetros en las piernas, llegamos a Arette, en donde nos esperaba el‘avituallamiento’. Comida ligera y rica para afrontar el después el gran reto de la jornada, el Marie Blanque, la dama pirenaica.



No fue ese mi caso ya que con el estómago lleno y las piernas cansadas opté por montarme en el coche de apoyo para ver como afrontaban mis compañeros los 46 kilómetros de etapa que les restaban para llegar a la meta de Laruns.


Así, disfruté viendo su esfuerzo en el mítico puerto que tantas ediciones del Tour ha visto pasar. Lo ascendieron por su vertiente oeste, desde Escot, para transitar desde el valle de Aspe al de Ossau. Según el libro de ruta, 10 kilómetros de ascensión con los 6 primeros asequibles y los 4 últimos brutales, a más del 11% de desnivel medio y rampas que alcanzaban el 14%.
Cuando quedaban pocos kilómetros para completar la ascensión la lluvia hizo acto de presencia y la tormenta que cayó hizo más épico un complicado descenso hasta la localidad de Laruns, donde nos esperaba una buena y reparadora ducha en el Hotel Le Youkoulélé.


Todo el ‘sufrimiento’ y esfuerzo de la etapa se convirtieron en satisfacción una vez secos y cambiados, algo que celebramos con una buena cerveza en la mano mientras disfrutábamos de las fotos y videos tomados durante la marcha.


Tras un paseo por el pueblo nos esperaba una cena en el mismo hotel a base de platos tradicionales en los que, como no podía ser de otra manera en la 'route du fromage' no faltaba el rique queso autóctono. 

Así, tras otro breve paseo para bajar la cena cada uno volvió a su cuarto porque aún quedaba la segunda jornada de la ruta, esta vez más light, en la que nos tocaría afrontar una larga ascensión desde el mismo pueblo hasta el Portalet, para cruzar la frontera y iniciar un descenso por Sallent de Gállego, Panticosa, La Hoz de Jaca y Biescas, que nos devolvería a Sabiñánigo.

Leer más. 
Crónica de la Quebrantahuesos por etapas. 1ª parte.

Crónica de la Quebrantahuesos por etapas. 2ª parte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Y TÚ QUÉ OPINAS?